domingo, 5 de abril de 2015

UN MILLÓN DE GOTAS, de Víctor del Árbol


DATOS PRÁCTICOS:

Título: UN MILLÓN DE GOTAS
Autor: Víctor del Árbol
Editorial: Destino
Colección: Áncora & Delfín
ISBN: 978-84-233-4813-8                                    
Páginas: 672
Presentación: Rústica con solapas


Cuando llegué a la blogosfera pensé que todo el monte era orégano, que todos los libros que se recomendaban con tantísima vehemencia merecían ser leídos y, durante meses me lo creí y de no ser por la larga lista de ejemplares que se apilaban en mis estanterías, hubiese sucumbido a muchos cantos de sirenas. Poco a poco, fui dándome cuenta que no era oro todo lo que relucía y que tendría que buscar una fórmula para saber a qué atenerme. Me costó mucho llegar a ella, incluyendo una crisis lectora porque llevo unos cuantos años –no sólo los que llevo en este medio- leyendo críticas sobre literatura. Hasta que di con la solución: se trataba de comparar. Empecé a darme cuenta que la mayoría de las recomendaciones siempre eran en positivo, algo lógico, por otro lado, porque echando mano del sentido común, la gente suele leer aquello que le gusta y siendo blogueros, lo lógico es mostrar las impresiones particulares. Pero la duda seguía latente, ¿todo era tan bueno como proclamaban? ¿Había tantos Cervantes y yo era tan torpe como para no darme cuenta?.

Entonces, cuando leía opiniones de los libros que yo había leído,-en ocasiones auténticos truños que había tenido que dejar a medio leer-, observé que la dinámica se mantenía; eso por no hablar de reseñas infumables pergeñadas a la carrera y por lo tanto de malas maneras en las que si no se confundían los argumentos, se notaba a la perfección que los libros o no se habían leído en su totalidad o, en caso de haberlo hecho, no habían mostrado un mínimo de atención a sus páginas. Fui elaborando entonces una lista de blogs a los que “leer con pinzas” y empezar a separar el grano de la paja. Mi lista de favoritos quedó diezmada y yo más satisfecha porque había encontrado mi nicho.

Uno de esos blog, de los que me fío por sus recomendaciones, es Cruce de caminos. Por ello, el día que nos habló de Víctor de Árbol con tanto apasionamiento, no dudé en querer conocer sus novelas con los ojos cerrados e inmediatamente me hice con un ejemplar de Respirar por la herida, su hasta el momento última novela y que reconozco que me impresionó como pocas. Poco tiempo después se me presentó la ocasión de asistir a una charla-coloquio en la librería La Central de Callao para conocer al autor en una de sus visitas a Madrid y, de paso, leer su novela anterior, La tristeza del samurái.

Hoy vengo a hablaros de la última que ha publicado y perdonarme si no logro hacerle justicia.



EL AUTOR:

Víctor del Árbol (Barcelona, 1968), fue funcionario desde 1992 hasta 2012 de la Generalitat. Ha cursado estudios en Historia en la Universitat de Barcelona. Además, ha sido locutor y colaborador de radio en el programa de realidad social «Catalunya sense barreres» (Radio Estel, ONCE).

Su carrera literaria ha sido corta, pero desde el principio ha cosechado muchos premios. En 2003 fue finalista del VIII Premio Fernando Lara en 2003 con El abismo de los sueños (no publicada) y tres años después ganó el Premio Tiflos de Novela en con El peso de los muertos.

En 2011 publicó La tristeza del samurái, que se convirtió en un éxito más allá de nuestras fronteras. Traducida a una decena de idiomas, rápidamente se convirtió en un bestseller en Francia, al contar con el reconocimiento de la crítica y de numerosos premios, como el Le Prix du polar Européen 2012 a la mejor novela negra europea, otorgado la prestigiosa publicación francesa Le Point en el festival de Novela Negra de Lyon, galardón que obtuvieron, en anteriores ediciones, Philip Kerr y Arnaldur Indridason, entre otros.

En Enero de 2013 publicó Respirar por la Herida, finalista a la mejor novela extranjera en el festival de cine Negro de Beaune, finalista en el II Premio Pata Negra de Salamanca y finalista a la mejor novela negra 2014 que otorga el festival VLNC. Traducida al francés, la editorial Rosenbloom (Scribe) ha adquirido los derechos de edición en inglés para Australia, New Zeland, UK y USA. También se han vendido derechos de traducción a Polonia y Bulgaria.

En mayo de 2014  ha publicado su última novela, hasta la fecha, Un millón de gotas con la editorial Destino. Una semana después de salir a la venta, se agotó la primera edición. En pocos meses alcanza la 4ª edición. En febrero de 2015 se publicó en francés por la editorial Actes Sud (colección Actes Noir)




ARGUMENTO:

Gonzalo Gil es un abogado honrado, aunque sin vocación, que vive una existencia más o menos gris al sentir su vida como prestada. No ayuda mucho a ello la continua intromisión de su suegro, colega de profesión y la otra cara de la moneda en cuanto a éxito laboral y social se refiere, en sus asuntos. Casado y padre de dos hijos, al serle comunicado el suicidio de su hermana en extrañas circunstancias, decide involucrarse en la investigación del mismo.

Lo que no sabe en ese momento es hasta qué punto tan luctuoso suceso cambiará su vida al implicarse de lleno en las pesquisas. Descubrirá entonces que el suicidio de Laura vino motivado al ser considerada sospechosa de torturas con resultado de asesinato al hombre que, meses atrás, secuestró y asesinó a su hijo de tan sólo seis años.

Se volcará entonces en dilucidar a qué se dedicaba su hermana, policía de profesión, con la que llevaba diez años distanciado y se verá arrastrado a conocer a fondo el deslumbrante pasado de su padre, un hombre que llegó a ser considerado un héroe de la resistencia contra el fascismo a nivel internacional, pero del que apenas guarda más que escasos recuerdos parcheados y cincelados a golpe de nostalgia por su madre.



IMPRESIONES:

Al igual que en La tristeza del samurái o en Respirar por la herida, Víctor del Árbol nos planteará un nuevo puzle basado en dos líneas argumentales que transcurrirán durante dos épocas distintas: la primera, comienza en junio de 2002 y se prolongará durante una década. Está protagonizada por Gonzalo Gil y tiene como escenario Barcelona y alrededores. La segunda, más histórica, acontece a partir de 1933 cuando Elías Gil, padre de Gonzalo, acude como ingeniero (y comunista) a la URSS a ayudar en la industrialización del país, implicado con los principios de la Revolución, aunque por un error acabará deportado en la Isla de Názino. Con la Guerra Civil española volverá a nuestro país para asentarse en Barcelona y más tarde pasará por los campos de refugiados de Argelès de la Marenda (Francia), Moscú, Berlín o el París de la postguerra para volver de nuevo a Barcelona convertido en un bastión contra la intransigencia fascista hasta su desaparición en 1967.

Evidentemente, todo lo dicho en el párrafo anterior parece muy prosaico ¿verdad? Más que nada cuando intento convenceros a quienes conocéis a Víctor del Árbol pero no habéis leído este libro que se trata de su mejor novela (hasta el momento) y a quienes todavía no le habéis leído nunca, que no debéis dejarla pasar, porque os va a resultar difícil encontrar una que os ponga el corazón del revés y el alma en vilo. Porque Un millón de gotas es toda una aventura en la que se mezclan amores eternos, renuncias y deslealtades, principios traicionados, infancias robadas y vendettas dilatadas en el tiempo y todo ello con una vehemencia que no te da tregua. ¿Se puede pedir más?, pues, aunque os parezca imposible, todavía hay más, porque las novelas de Víctor del Árbol, además de una trama fascinante, cuentan con unos personajes a la altura y unos escenarios inolvidables.



LOS PERSONAJES:

Como en cualquiera de las novelas  de Víctor del Árbol, los personajes son uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta la historia. Decir que son poliédricos o cargados de aristas, se me antoja demasiado recurrente. No porque no sea verdad, sino porque en esta ocasión son rotundos, contundentes, porque llegamos a conocerlos en toda su extensión, tanto a los protagonistas como al más rezagado de los secundarios en cuanto a importancia en la trama. Con una construcción impecable, cada uno de ellos tiene una personalidad tan perfectamente definida -no en vano el autor es un maestro de la concreción y la psicología descriptiva-, por lo que en más de una ocasión nos escandalizarán, nos emocionarán, nos sorprenderán o nos asquearán llegado el caso.

Y del mismo modo que los personajes con complejos, precisamente por el conocimiento que llegamos a alcanzar de todos ellos, incluir en esta reseña la Dramatis personae, tampoco me va a resultar fácil, pues tendré que dejar a alguno fue de la lista. Para empezar, la dividiré en función de las dos líneas temporales en que se divide la historia, partiendo de la base de que algunos de ellos coinciden en ambas etapas:

Enero 1933, en adelante:

- Elías Gil: Protagonista indiscutible de la novela, le conocemos cuando apenas era un joven cargado de ilusiones y proyectos recién llegado a la Unión Soviética para terminar sus estudios de ingeniería. Hijo de un minero de Mieres. Alto y fuerte, tenía los ojos verdes (hasta que en Názino perdió uno) y la mirada inquisitiva, las cejas marcadas, el pelo espeso. Cuando regresó a España se instaló en Barcelona y siempre se mantuvo a disposición del Partido Comunista, participando activamente en la Guerra Civil y en la postguerra, ayudando a los presos políticos a pasar a Francia a través del Pirineo mientras trabajaba en una serrería para callar bocas. En el momento de su desaparición tenía cincuenta y seis años y el pelo canoso, pero su corpulencia todavía era evidente.

- Esperanza: Madre de Gonzalo y Laura y esposa de Elías Gil. De origen ruso, su nombre real es Caterina Orlovska. Cuando comienza la acción en 2002, es ya una anciana que reside en un geriátrico aferrada a sus recuerdos, pero a medida que nos adentramos en la trama la conoceremos desde su juventud, cuando conoció a Elías Gil en Moscú y se enamoró de él ciegamente, una vez huido de Názino en el aeródromo al que fue a parar y donde Vassilii Velichko le salvó de una muerte certera. De carácter arisco, posee una memoria privilegiada y una aguda inteligencia, sin embargo, siempre ha sido una mujer cobarde y dependiente.

- Irina: Cirujana en un hospital de Kiel, tiene una niña de dos años. Estuvo casada con un profesor de piano del conservatorio departamental. Se llamaba Viktor y era un hombre culto además de un idealista de origen judío al que fusilaron por sus ideas. Después la condenaron a ella por colaboracionista y la deportaron. Conoció a Elías en el tren de camino a Tomsk. Fue quien le curó y alimentó cuando en la pelea con Igor perdió su ojo derecho y la infección estuvo a punto de costarle la vida. Y la mujer de la que estuvo enamorado hasta el fin de sus días.

- Vassilii Velichko: Es uno de los personajes reales de la novela, como algún otro que no mencionaré por no alargar la lista. Instructor de la Escuela de Aviación en Moscú con tan sólo veinte años, siempre fue un hombre fiel al partido, que creía y confiaba en Stalin. Cuando Srólov, uno de los subalternos del aeródromo le hizo saber que un indocumentado se había escondido en uno de los almacenes, no dudó en decírselo únicamente a él, una vez que comprobó que se trataba de un deportado. Este no era otro que Elías en estado crítico. No dudaron en cuidarle en vez de entregarle a la OGPU y buscar un médico de confianza y una persona que le atendiese noche y día, Caterina Orlovska. Cuando consiguieron recuperarlo, Velichko escuchó su testimonio y elaboró un informe que puso en conocimiento de los altos mandos del Politburó, consiguiendo que le devolvieran a España para intentar de ese modo reparar el daño causado. Después participaría en la guerra mundial, sufriría torturas para años después trasladarse a vivir a Barcelona, donde regenta un bar, el Flight, con forma de caverna y un escenario donde se ofrecen recitales poéticos de temática rusa y decorado con fotografías que hacían referencia a su tierra.

- Igor Stern: Es la personificación del mal en toda su expresión. También es verdad que tuvo una infancia complicada, cuando con tan sólo nueve años una unidad de cosacos quemó a su padre en Sebastopol después de arrancarle la piel a tiras. Desde entonces, su vida fue un continuo disparate al ir a recalar a una banda de mercenarios, por lo que matar o morir estaba dentro de sus planes. Ni siquiera recordaba a cuántas personas había matado, robado o violado desde aquello. Cuando fue condenado a muerte por fusilamiento, ni siquiera se estremeció y cuando le conmutaron la pena por la deportación, tampoco se inmutó. Conoció a Elías Gil en el mismo tren que los llevaba a ambos a Tomsk y desde entonces, hasta el final de sus días, el destino de ambos se entrelazó. En Tomsk llegó a convertirse en un intocable, amparado por una caterva de adeptos que le hacían la ola, entre los que se encontraban Michael y Martín y nunca dejó de fustigar a Elías, hasta que éste tomó la decisión de huir de aquella isla con Irina y la niña.

- Claude: Amigo de Elías, se conocieron en el tren que los llevó a Moscú, junto con Michael y Martín. Arquitecto de origen marsellés, ganó una beca de estudios para proseguir su formación en el Instituto de Arquitectura de Moscú. Al igual que el resto de sus colegas, fue condenado y deportado a Siberia. En el viaje hacia Tomsk, se unió a Elías, mientras que Michael y Martín optaron por unirse a Igor Stern.

Michael: De origen escocés, fue enviado a Moscú por la célula del partido comunista en Edimburgo para trabajar en la central hidráulica de Dniéper y poner en práctica sus conocimientos. 

Martín: De origen inglés, es pelirrojo. Se unió al grupo en Varsovia. Cuando son deportados, se une, junto con Michael, al grupo de Stern y se somete a su voluntad.

- Nikolái Ózhegov: Guía asignado por el partido ruso a Elías y sus amigos durante su estancia en Moscú, también ejercía como informador de la policía, algo que Elías subestimó desde el principio y que pagaron caro después. Hablaba inglés y español correctamente. Rubio, torpe y parlanchín, desde el primer momento gozó de la simpatía del grupo.

- Ramón Alcázar Súñez: Amigo de la infancia de Elías Gil y padre de Alberto Alcázar. Cuando se jubiló, tenía categoría de comisario y fue un mandamás de la policía política franquista. Un hombre sin escrúpulos cuya única debilidad conocida fue el sentido de lealtad hacia su amigo.



Junio 2002 en adelante:

- Gonzalo Gil: Hijo de Elías Gil es, ante todo, un hombre honrado. De profesión abogado sin vocación de pleitos pobres, aunque en la placa de su despacho rece que es un experto en derecho civil, matrimonialista y mercantil. Casado con Lola, es padre de dos hijos: Javier y Patricia y yerno de uno de los abogados más prestigiosos del país, con el que en breve va a fusionar su despacho o, para ser exactos, para pasar a trabajar con él a falta de clientela con la que poder mantener el chiringuito abierto. Cuando comienza la acción, en junio de 2002 tiene cuarenta años, es muy tímido y previsible, también aburrido y físicamente más bajo de lo que fue su padre, entrado en carnes y con una alopecia incipiente.

- Lola González: Esposa de Gonzalo Gil, es una mujer mucho más superficial que él, también muy vital, segura de sí misma, alta, morena, elegante y de una gran belleza. Estuvieron muy enamorados en su juventud, pero eso ya no es suficiente una vez que Gonzalo decide actuar por sí mismo, dando prioridad a sus sentimientos al involucrarse en la investigación del suicidio de su hermana, lo que provoca una inmensa crisis en la pareja. Tiene una agencia de viajes en el barrio de Gracia y le encanta vivir en la parte alta de la ciudad, en una casa con piscina y vistas al mar en una urbanización de lujo, mientras que en sus ratos de ocio prefiere las boutiques de las grandes avenidas a la vida plácida que él propone, alejados en la casa del lago donde se crió.

- Laura Gil: Subinspectora de policía, es la hija mayor de Elías Gil y hermana de Gonzalo. Desde la desaparición de su padre en 1967 apenas ha tenido relación con su madre. Estuvo casada con Luis, un arquitecto del que se divorció tras la muerte de Roberto, el único hijo de ambos. Desde entonces, hasta su muerte, vivió en un pequeño apartamento de protección oficial cercano a la playa, mal amueblado y peor decorado. Nunca pudo superar ni la ausencia de su hijo ni el sentimiento de culpabilidad que cada día era más intolerable al considerar que él había pagado con su vida el modo en que ella se había implicado en la investigación de una red de prostitución infantil, lo que la llevó al alcoholismo y al consumo desmedido de cocaína.

- Luis: Esposo de Laura, se conocieron en Kabul, cuando ella trabajaba para una revista histórica, escribiendo artículos en los lugares más insospechados y él hacía turismo aprovechando que su padre andaba de negocios por el país. Se enamoraron y se casaron meses después, para divorciarse tras el asesinato de su hijo, aunque la relación se había ido resquebrajando antes de la tragedia como consecuencia del trabajo de Laura. Es un arquitecto de prestigio, de buena familia y mucha educación. De aspecto deportivo, tiene la piel bronceada por su afición a los deportes al aire libre. Guapo y elegante es el paradigma del éxito.

- Agustín González: Suegro de Gonzalo Gil, también es abogado, aunque en su caso su éxito es inapelable, así como su cinismo innato. Próximo a los setenta, es un hombre que lleva el desdén pintado en la frente. Un personaje sin escrúpulos, presuntuoso e insolente en la mayoría de las veces, aunque también lo suficientemente inteligente, sensato y culto. Viudo, le gusta acompañarse de mujeres jóvenes y voluptuosas de las que ni siquiera recuerda el nombre.

- Siaka: De origen africano, es el confidente de Laura Gil. Cuando Laura se suicida, consigue ponerse en contacto con su hermano y llevarle su ordenador portátil, también le pone en antecedentes de la mafia a la que estaba investigando y se ofrece como testigo llegado el momento porque él ha formado parte de la organización a la que conoce desde que era tan sólo un crío. Con tan sólo seis años fue vendido por su padre a uno de los señores de la guerra y le obligaron a hacer de todo, después conoció a Zinóviev y fue a peor. Se gana la vida acostándose con turistas millonarias, preferentemente yanquis y millonarias,  a las que después desvalija.

- Anna: Hija de Irina, cuando es deportada junto con su madre apenas tiene dos años. El destino quiso que su madre pereciese al escapar de Názino y que ella acabara dependiendo de Stern, algo que nunca perdonó a Elías. Una mujer muy atractiva que nunca ha deseado formar una familia tradicional. Estuvo casada durante muy poco tiempo, el suficiente para engendrar a su hija. En Barcelona tiene una librería próxima al bar de Vassilii Velichko, a quien le une una amistad inquebrantable de más de cuatro décadas.

- Zinóviev: Asesino del hijo de Laura y sobrino de Gonzalo Gil. Murió despellejado, estando todavía vivo meses después del asesinato del niño y todas las pruebas apuntaron a que la responsable de esa animalada fue Laura, como venganza. Pertenecía a la Matrioshka, una organización mafiosa de origen ruso que la policía investigaba desde hace tiempo.

- Alberto Alcázar: Inspector Jefe de Policía, es hijo de Ramón Alcázar. Fue el encargado de la investigación por la desaparición de Elías Gil a finales de junio de 1967, cuando apenas contaba con treinta años. Cuando ingresó en el cuerpo adquirió fama de duro, pero parece que se humanizó cuando conoció a la que se convirtió en su mujer, Cecilia y mucho más cuando ésta murió de cáncer, dejándole abatido. Vive en un apartamento en el barrio chino. De aspecto fornido, tiene un frondoso bigote, ya canoso y una gruesa barriga. Es el jefe de Laura Gil cuando ella se suicida, aunque se conocen desde que era una niña.




ESCENARIOS:

Un millón de gotas es una novela con diversos y muy variados escenarios. Víctor del Árbol nos paseará por distintas ciudades de unos cuantos países mientras nos describe meticulosamente cada detalle pues, a fin de cuentas, la novela es un viaje en el tiempo y en el espacio.

En este sentido, la parte más rica en cuento a este capítulo será la que tiene como protagonista a Elías Gil. Con él y tres camaradas viajaremos a Moscú en enero de 1933, cuando todavía eran unos ingenuos, llenos de ideales y dispuestos a luchar por ellos. Nada más llegar a la ciudad fueron recibidos por un guía y en el trayecto hacia el alojamiento asignado, Elías nos hará partícipes de sus impresiones al contemplar las grandes edificaciones moscovitas, para acabar recalando en la Casa del Gobierno, también llamada Casa del Malecón, donde se albergarían durante su (corta) estancia, una mole de cemento en la que se hospedaban las cabezas más ilustres del país en más de quinientos apartamentos y, de paso, las tenían controladas.

Durante las pocas semanas que residió en Moscú trabajó con denuedo, acudió a distintas recepciones, asistió a una representación en el Bolshói y también entró en una dinámica de contradicciones sobre la realidad que le trastocaba sus ideas al ver las deplorables condiciones con las que eran tratados los trabajadores. Tres semanas después de su llegada volvió a coincidir con sus amigos en una cena organizada por Nikolái Ózhegov en la que bebieron como cosacos y discutieron acaloradamente de política. Esa misma noche, los cuatro, fueron detenidos, sometidos a torturas y acusados de pertenecer a una célula trotskista de la que Elías era el líder. Su condena: incorporarse a una caravana de deportados con destino a Názino.


A principios de marzo de 1933 llegaron a pie a Tomsk, luchando contra el cansancio y el agotamiento que representaba un largo trayecto a través de páramos y ciénagas cubiertas de nieve hasta las rodillas y hostigados por los guardias. La ciudad, situada en las estribaciones de la Siberia Occidental, se había reconvertido en el centro neurálgico donde aglutinaron a los miles de deportados que fueron llegando para su posterior reparto por los distintos campos de trabajo siberianos. Pasados unos días, fueron enviados los más de cuatro mil prisioneros en gabarras a la isla de Nazino, un lugar situado en la confluencia del Obi con el Názino, en plena estepa y cubierto por holgadas extensiones de cenagales con apenas unos pocos barracones en los que convivir todos y algunas tiendas de lona, sin herramientas, sin nada.


Monolito en recuerdo a los 
españoles internados en el campo.
Otro escenario trágico fue el de Argelès-sur-Mer, una localidad francesa situada en la región del Languedoc-Rosellón, donde los franceses ubicaron un campo de refugiados para los republicanos  que abandonaron España tras la Guerra Civil por la frontera franco-española y en donde las condiciones humanas eran inhumanas. Fueron los propios reclusos quienes construyeron los barracones de madera donde se hacinaban, quienes excavaron letrinas en la arena. Miles de ellos murieron de hambre, frio y enfermedades contagiosas como la sarna o el tifus.  Allí enviaron a Elías Gil para que pusiese un poco de orden y ayudase en la organización.

De la parte protagonizada por Gonzalo Gil, la acción se desarrolla prácticamente en Barcelona y alrededores, aunque las descripciones más detalladas son las que corresponden a la zona donde residieron los Gil hasta la desaparición del padre: la casa confinada entre la montaña y un barranco en estado de abandono, con la fachada cuarteada, los parterres sin formas aparentes y el camino empedrado apenas dibujado; el lago, el puente de madera y la ladera de la montaña en la que todo se asienta.

En Un millón de gotas encontraremos muchas referencias a distintos escritores: españoles, franceses, alemanes y, en particular, a los de la literatura rusa (Tolstoi, Gorki, Pasternak…); de hecho, el título alude a unos versos del poeta Mayakovski, del que hasta que he leído esta novela no conocía nada de su obra: “La primera gota es la que empieza a romper la piedra. La primera piedra es la que empieza a ser océano.”. Pero es obvio que a nadie se le escapan las alusiones a Fedor Dostoievski, un escritor por el que siempre he tenido debilidad y que la lectura de esta novela me ha hecho recapacitar sobre lo necesario que es volver a leer a los clásicos de vez en cuando. Para empezar, basta con fijarse en el nombre que ostenta la tienda de libros de Anna: Librería Karamazov y puestos a fantasear, no he podido evitar establecer más de una similitud entre la forma en que el gran maestro ruso construyó sus personajes y la de Víctor del Árbol, por ese derroche de creatividad a la hora de plasmar los problemas éticos de cada uno de ellos. En ocasiones me veía rememorando Crimen y castigo, recordando al atormentado Raskolnikov que por querer salvar a su familia asesinó a una vieja avara y los dilemas morales que después arrastró. Y una vez acabada la novela, teniendo una percepción absoluta de la personalidad de Elías Gil, seguí pensando hasta qué punto alguien está legitimado a transgredir el orden moral por muchos motivos o heridas incurables que tenga para ello.  También me vinieron a la cabeza otros tantos, como el príncipe Mishkin (El idiota), que aparentando ser el prototipo de la bondad, acabó sucumbiendo a sus propias inquinas, por no contar las veces que Stavrogin (Los endemoniados), se me asemejaba al perverso Igor Stern por su infinita propensión a la crueldad.



CONCLUSIONES:

Un millón de gotas es un conmovedor relato que se convierte en un thriller de lo más atractivo, magníficamente construido, espeluznante en muchas ocasiones por su innegable dureza, pero que no podrás dejar de leer hasta completar ese rompecabezas en el que se mueven un montón de personajes a los que la vida no ha dado tregua y que te atrapa desde la primera página en una tela de araña de la que es imposible salir sin sufrir daños colaterales.




Esta reseña participa en la iniciativa:














Requisito: Homenaje a Víctor del Árbol

22 comentarios:

  1. Hola chata! Yo estoy dudando entre esta y La tristeza del samurai para el homenaje, he leído críticas muy buenas de ambas.
    Preciosa reseña.
    Un beso!

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  2. Increíble reseña, es un libro muy difícil de resumir, pues es intensísimo, pero tu lo has logrado. Lo leí hace unos días y tiene tanto contenido que me veo incapaz de reseñarlo. Bravo!!!

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  3. Felicidades Kayena, has logrado extraer y plasmar tus impresiones de una forma magistral. Una reseña memorable.
    Besos

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  4. Sublime la reseña, si señor.
    En cuanto a la introducción que has hecho, yo llegué a la conclusión de que todos los que alababan y ensalzaban libros que a mi me había parecido truños, siempre ponían al final de sus reseñas la siguiente frase "gracias a menganito o a la editorial tal por haberme enviado la novela". Se ve que por ello están obligados a poner por la nubes porquerías.
    Por eso miro siempre con lupa las reseñas de dichos blogs y miro las frases finales, para saber a qué atenerme.
    Gracias por acercarme un poquito mas a este autor, de quien ya tengo fichado un libro para esta yincana
    Besos

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  5. Una reseña muy completa. Estoy deseando estrenarme con este autor. Besos

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  6. Qué barbaridad! Te lo has currado, eh? Enhorabuena. Yo leí esta novela hace unos meses y me encantó. También he leído La Tristeza del Samurai y es preciosa. Este hombre sabe lo que se hace!

    Bs.

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  7. Yo para este requisito tengo el de Respirar por la herida
    En su momento leí La tristeza del samurai y no me gustó mucho, a ver si ese me gusta más
    un beesito

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  8. El año pasado fui a una presentación de este libro. Tal y como lo contaba el autor apetecía muchísimo leerlo sobre todo como dices por los personajes y la excelente ambientación y encima una buena trama. Lo que me ha apartado de este libro hasta ahora es que me da la sensación de que al protagonista le toca vivir demasiadas desgracias y con tanto detalle de momento no me he atrevido.
    Besos

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  9. He leído el principio de tu reseña y el final, pero el medio no lo pienso mirar hasta después de que lea el libro porque quiero no saber nada para sorprenderme desde la primera página. Por ahora he leído La tristeza del samurai y Respirar por la herida, los dos me han parecido excelentes, pero el último me llegó muchísimo. En breve leeré este que reseñas y estoy segura de que no me va a decepcionar.

    Besos :)

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  10. No hay reseñas negativas de las novelas de Víctor del Árbol. Miedo me da, jaja, pero confío en tu criterio y de tantos más. Tengo que leerlo por fin. Lo prometo!
    besos

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  11. Como Cova, solo he leído el principio de la reseña y el final, que quiero leer este libro y no quiero saber mucho de él. Al autor lo conocí con Respirar por la herida y me encantó. Y por tus impresiones, sé que este libro también me va a gustar mucho.
    Besotes!!!

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  12. Muy buena reseña. Yo lo leí el año pasado y me costó un montón porque es un libro crudisimo, pero al tiempo me encantó. cabo de termina la Tristeza del Samurái, Que le tenía un poco de miedo y me ha encantado. Así que de este autor, yo todo lo que escriba. Besinos.

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  13. Hola guapa!
    Yo lo tengo pendiente por leer, me ha encantado la reseña, así que no creo que tarde mucho en hacerlo. Besotes

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  14. Muy buena reseña! Yo quería leer este libro para la Yincana, pero leí Respirar por la herida en verano y me gustó tanto... que me daba un poco de miedo que otro de sus libros no estuviera a la altura, veo que estoy equivocada... así que lo tendré en cuenta
    Besos

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  15. No conocía este libro, pero ahora leyendo tu reseña... creo que tarde o temprano lo leeré y lo disfrutaré una barbaridad...; qué pinta tiene...
    Gracias por la reseña!!!.
    Besos.

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  16. Tengo unas ganas enormes de leerlo, besos

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  17. Hacía tiempo que no volvía a leer una reseña de este libro, que todavía no he leído, gracias por recordarmelo. Besos

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  18. Un millón de gotas lo tengo anotado desde hace tiempo. Eso que comentas de Raskolnikov me ha seducido mucho más de lo que ya estaba. Ahora no puedo, pero cuando tenga hueco me hago con él y lo leo.
    Un beso.

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  19. Mil gracias por eso fantástico comentario que me dedicas. Todo un halago y como no, una responsabilidad, pero sabes bien que siempre ha sido así o como mínimo intentamos que sea así, aunque no siempre podemos estar de acuerdo. Como mínimo para descubrir a Víctor del Árbol.
    De la reseña que decir: brutal, creo que algo así dijo Víctor en FB cuando la leyó. Como sabes es un tipo genial, estupendo y agradecido.
    Saludos y adelante
    Pd: pululo por aquí, aunque no tan activo (en formato lector) como antes.

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  20. Es un autor que tengo pendiente desde hace un montón, a ver si cae pronto =)

    Besotes

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  21. Este va a mi lista de deseos, que parece que ha dejado huella a sus lectores. 1beso!

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  22. ¡Nota máxima para esta novela! Me alegra que la hayas disfrutado. Yo la tengo en casa, en la edición de Círculo de Lectores. Por tanto, tendremos ocasión de compartir comentarios. ¡Saludos!

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