sábado, 29 de junio de 2013

EL VERANO DE LOS JUGUETES MUERTOS, de Toni Hill


DATOS PRÁCTICOS:

Título: EL VERANO DE LOS JUGUETES MUERTOS
Autor: Toni Hill
Editorial: Debolsillo
Colección: Bestseller
ISBN: 978-84-9989-104-0                             
Páginas: 364
Presentación: Rústica sin solapas




Nos encontramos en la recta final de este mes dedicado a la novela negra, policíaca y de misterio y tengo que reconocer mi buena suerte a la hora de elegir lecturas. Hoy vengo con una a la que tenía muchas ganas, pues no es precisamente una novedad, pero si la primera de un autor que en su bautizo literario en el complicado género de la novela negra no lo podía haber hecho mejor. Y es que últimamente me ha dado por reseñar “óperas primas”, ya que son varias y prácticamente encadenadas las primeras novelas que he leído de diferentes autores, aunque en el caso de Toni Hill, me consta que no se ha quedado ahí y ya hay una segunda parte, que abordaré en cuanto pueda. Pero bueno, ya era hora de empezar la casa por los cimientos y no leer sin orden ni concierto como acostumbro.

El caso es que he disfrutado mucho con esta novela y ya tengo fichado a un nuevo detective: Hector Salgado, que me temo dará mucho que hablar junto a su compañera, la agente Leire Castro.



EL AUTOR:

Toni Hill (Barcelona, 1966) es licenciado en psicología. Durante diez años se ha dedicado a la traducción literaria, colaborando con editoriales en diferentes ámbitos. Entre otros, ha traducido a los siguientes autores: David Sedaris, A. L. Kennedy, Jonathan Safran Foer, Peter May, Glenway Wescott, Rosie Alison y Rabbih Alameddine.

Autor de dos novelas hasta la fecha, El verano de los juguetes muertos es la primera de ellas, siendo la segunda, Los buenos suicidas, continuación de ésta.


ARGUMENTO:
El inspector de los Mossos d'Esquadra Héctor Salgado no está pasando su mejor momento, tanto en lo personal como en lo laboral. Al hecho de que la relación con su ex mujer y su hijo se ha enfriado tras su separación, habría que añadirle el que ha sido apartado del servicio por haber perdido los nervios ante un detenido al que ha atacado con virulencia.

Cierto es que el individuo estaba implicado en una red de prostitución ilegal que traficaba con menores, pero estos arranques de ira no son de recibo y él lo sabe. En comisaría también. Por ello y mientras intentan buscar una solución, ya que el fulano pretende negociar antes de presentar cargos, en principio le han dado vacaciones forzosas y una vez incorporado y para tenerle entretenido mientras resuelven el caso anterior, su superior, el comisario jefe Savall, le ha encargado un caso en apariencia irrelevante para que, de manera extraoficial, investigue la muerte de un joven - Marc Castells- que, al parecer, cayó desde la ventana de su buhardilla. Es un favor que Savall le debe a una vieja amiga, la madre del muchacho, Joana Vidal que no está conforme con la versión oficial y pretende que no se le de carpetazo al asunto sin investigar a fondo. Para ello, Salgado contará con la ayuda de la agente Leire Castro, una gran promesa en cuanto a expediente académico pero todavía novata.

Los hechos ocurrieron la noche de San Juan. El muchacho, junto con dos amigos de la infancia –Aleix y Gina-, celebró una fiesta en casa. Cenaron y bebieron bastante. Por lo que se pudo deducir de los primeros interrogatorios, Aleix se marchó el primero de la casa y Gina se fue a dormir a la planta de abajo bastante perjudicada por el alcohol. Marc se quedó fumando sentado en el alféizar de la ventana. El cadáver fue descubierto a la mañana siguiente…




IMPRESIONES:
No hay nada mejor que leer una novela conociendo el lugar donde transcurre la historia –aunque no sea ni el de tu origen ni vivas en él, como es mi caso- pero que seas capaz de reconocerlo gracias a las descripciones del autor. Si además, el momento es el mismo, mejor que mejor. Y es que esta novela transcurre a finales de un mes de junio cualquiera, en una de la ciudades españolas más recurrentes del llamado género negro mediterráneo. Y no es tontería, porque de ese modo entiendes los sofocos de los policías, el clima agobiante en el que se desarrolla la acción. Nada que ver con esas novelas nórdicas donde los rigores del invierno parecen empañarlo todo, dando lugar a que sus escenarios nos parezcan en muchas ocasiones irreales por su frialdad, lo cual unido al álgido carácter de sus personajes, nos dejan un sabor agridulce, por no decir indiferentes por muy criminales que sean sus protagonistas y nos ofrezcan la gama más extensa de atrocidades que se les puedan ocurrir a sus autores.

Y es que Barcelona es el entorno idílico donde se desarrolla la acción. Y digo idílico porque después de tanta novela negra extranjera, me he vuelto a sentir como en casa, paseando de la mano de Toni Hill por el Paseo Marítimo de la capital catalana, L’Eixample y el Poblenou o apreciando las marcadas diferencias entre el Raval y Pedralbes. Y todo a partir del veinticuatro de junio, fecha en que ocurre el terrible “accidente” que lleva aparejada la muerte de Marc Castell, un verano en el que luce un sol de justicia que provoca unas temperaturas lo suficientemente altas y que unidas a la humedad, puede ser, como poco, desequilibrante.

Y posiblemente, en ese estado descompensado por la situación personal y laboral, me ha gustado mucho la manera en que se nos presenta al inspector Salgado, al que su jefe encarga un caso que aparentemente ya está resuelto. Se limita a cumplir como un burócrata, pues sus sentidos están en el otro caso, que es el que realmente le tiene obsesionado y tendrá que ser Leire, su ayudante, la que sepa ver las costuras y vaya más allá en las indagaciones, sacando a pasear su instinto.

Y es que los personajes están muy bien definidos, teniendo en cuenta que formarán parte de una colección. Es decir, del protagonista nos podemos hacer una idea clara de su personalidad pues hay párrafos enteros dedicados a este fin. Sabemos que es de origen argentino, pero lleva los suficientes años en la ciudad como para haber echado raíces. Es un hombre tranquilo, respetado y querido por sus compañeros Además, el hecho de que tenga que acudir al psicólogo por obligación nos da pie a que seamos conscientes incluso de sus vivencias infantiles que, en cierto modo, han forjado su carácter, pues sus fantasmas interiores salen a la luz. Pero si digo que hay que tener en cuenta que es una saga es porque el resto de su entorno (personal o laboral), está todavía algo desdibujado y se percibe que, poco a poco, iremos entendiéndoles mucho más, pues son un grupo muy compacto. Lógicamente, del resto de secundarios (todos los que de algún modo están implicados en la muerte de Marc Castell), nos ofrece Toni Hill toda serie de detalles y pone en evidencia a la alta burguesía barcelonesa, ya que el entorno de la víctima pertenece a esa clase social de tacha inmaculada que nada entre los privilegios y la hipocresía más excesiva y que son capaces de encubrir la podredumbre más absoluta.

Pero como si estos ingredientes no fuesen suficientes, en la novela nos encontramos además con una trama de fondo que se solapa, la de la prostitución de chicas africanas que dejó al policía apartado del caso al perder los estribos. Aquí los sospechosos son otros, también el ambiente en que se mueven, dando lugar a una pluralidad de materias poco común en una única novela.

La trama va de menos a más. Como decía anteriormente, el inspector Héctor Salgado no está muy motivado para llevar la investigación encargada a buen puerto y la ayuda de Leire Castro, una mujer que a pesar de su juventud tiene las ideas muy claras y mucho talento para desarrollarlas, será fundamental. Poco a poco y tirando de hilos, las pesquisas darán un giro, pues las explicaciones dadas por los amigos de Marc Castell –Alex Rovira y Gina Martí- no acaban de ser convincentes, tampoco la personalidad de Aleix ayuda mucho, al presentarse como un manipulador nato. Y las cosas cambiarán de manera contundente cuando Gina aparece muerta y todo parece indicar que se trata de un suicidio. Y las pistas siguen surgiendo y lo que sale a la luz es francamente demoledor.

El estilo es cercano y el ritmo es muy ágil, hasta el punto de que la novela se devora en unas pocas horas. Como colofón, el desenlace, que os aseguro os dejará con el corazón en un puño. Pero sólo es el colofón de una de las dos investigaciones que se desarrollan en la novela pues al final nos encontramos con un breve párrafo escrito por el policía, seis meses después, del que se percibe que todavía quedan frentes abiertos que solventar.




CONCLUSIONES:

Al terminar de leer El verano de los juguetes muertos he vuelto a sentir esa sensación de hormigueo y desazón que dejan algunas historias fascinantes, aparentemente sencillas en cuanto a disposición y con una gran carga de iniquidad. 




21 comentarios:

  1. Le tengo ganas al libro, espero leerlo algún día.

    ResponderEliminar
  2. La tengo pendiente hace tiempo, y tu reseña me ha despertado muchas ganas de leerla. Me ha gustado mucho.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Me alegra que te haya gustado, le tengo muchas ganas, me tocó en un sorteo de Carmen así que caerá este verano. un beso :)

    ResponderEliminar
  4. La novela Tiene una pinta fenomenal pero tomare nota para leerla mas adelante pues ahora mismo estoy atorado de tanta novela negra que he leído últimamente y necesito un cambio de género.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Ya he visto alguna otra reseña de esta novela y la ponen muy bien. Me la apunto, pues últimamente se me han acumulado las lecturas.
    Besos

    ResponderEliminar
  6. A mi me encantó, estoy deseando ponerme con el segundo
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Interesante libro, pero cuando me lea otro de novela negra que he empezado, creo que volveré a el terror otra temporada.

    Que pases un buen domingo.

    ResponderEliminar
  8. Una novela y un autor para tener en cuenta, aunque lleva mucho tiempo por la red todavía no me he animado con sus obras,
    besucus

    ResponderEliminar
  9. Este es un libro que cada vez que lo veo reseñado digo que tengo que leer pero nunca leo. No veo reseña negativa de él nunca.

    ResponderEliminar
  10. No conocía ni al autor ni su obra. Y por lo que nos cuentas merece la pena leerlo, así que me lo apunto.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  11. Hace tiempo que tengo ganas de leerlo y ya con tu reseña me has convencido!!besotes

    ResponderEliminar
  12. Lo mío con este libro es de delito: lo tengo en la estantería prácticamente desde que salió y a cada reseña positiva que leo me hago el firme propósito de hacerle caso... Pero todavía no lo he elegido como víctima lectora. Me alegra que te haya gustado porque me fío mucho de tu opinión, y últimamente había leído reseñas algo negativas que me habían desilusionado. 1beso!

    ResponderEliminar
  13. Los tengo en casa pendientes porque no he encontrado aún a nadie que hable mal de él.

    ResponderEliminar
  14. Tengo ganas de leer los libros del autor, no sé cuándo caerán, pero lo dicho =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  15. Pues fíjate que la mayoría de críticas coinciden con la tuya pero a mi me sigue sin llamar la atención esta novela :/

    Besos.

    ResponderEliminar
  16. Lo saqué de la biblio para leerlo este verano. Tengo ganas de acercarme a este autor, así que primero me leeré este y luego, quizás, el otro. Me quedo con tus impresiones finales. Besos.

    ResponderEliminar
  17. Un libro que lleva tiempo entre mis pendientes. Y desde luego tu reseña anima a pillarlo. A ver si logro colarlo entre tanto libro...
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  18. Tengo muchísimas ganas de leerlo, a ver si cae pronto.

    ResponderEliminar
  19. Estoy totalmente de acuerdo. Yo me leí los dos y encantada seguiré si hay más...
    Besicos.

    ResponderEliminar
  20. Tengo anotada tanto esta novela como su continuación, a ver cuando hago un hueco.
    1beso:)

    ResponderEliminar
  21. Llevo ya tiempo con esta novela apuntada en mi lista.
    Te ha gustado tanto que a la que le han hormigueado los dedos es a mi al escribirte este comentario.
    Besitos.

    ResponderEliminar