jueves, 29 de noviembre de 2012

RESULTADO DEL SORTEO DEL MES DE NOVIEMBRE


El pasado 13 de diciembre publiqué las bases correspondientes a este sorteo que se celebra con carácter mensual y cuyo ganador sería el que hubiese elegido el número que coincidiese con el del sorteo ordinario del último día del mes de la ONCE. 

Pues bien, una vez celebrado, este ha sido el resultado:




Por lo tanto, la ganadora ha resultado ser Tizire, del blog El lado frío de mi almohada, que tendrá que elegir uno de los ejemplares que se proponían y enviarme un correo con sus datos postales en el plazo de cinco días, de lo contrario, el premio recaerá en el número anterior al premiado: 




VOLVERÁN A POR MI
, de Josan Hatero y Use Lahoz

LA COSECHA HUMANA, de Emilio Calderón

 LAS FLORES DE BAUDELAIRE, de Gonzalo Garrido


Por todo ello, una vez elegido el libro, los otros dos volverán a sortearse en diciembre, junto con alguna novela más que se añadirá a la biblioteca.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

CUÉNTAME UNA NOCTALIA, de Mónica Gutierrez




DATOS TÉCNICOS:


Título: CUÉNTAME UNA NOCTALIA
Autora: Mónica Gutierrez
Editorial: Autopublicación
ASIN: B00AB23U2C
Páginas: 81
Presentación: Versión Kindle – 370 Kb





Fue anteayer cuando el abrir el correo electrónico se convirtió en una grata alegría. Entre todos ellos, uno llamaba poderosamente mi atención. Me lo mandaba una de las blogueras por las que siento un cariño especial. En principio, pensé que se trataría de una duda con respecto a las iniciativas que llevo a cabo en mi blog, en las que ella participa, pero el título del “asunto” me desconcertó. “Cuéntame una noctalia”, decía.

Así que en vez de seguir el orden de llegada, no pude reprimir las ganas de abrirlo. Y lo hice, faltaría más (espero que los reyes del spam no se apliquen el cuento al mostrar con tanta alegría mis debilidades).

Y de ese modo me enteré que mi querida Mónica-Serendipia había escrito su primera novela. Me quedé de pasta de boniato, no porque dudase de sus capacidades -que las tiene y más adelante las argumentaré-, sino porque como comentaba anteriormente, si siento por ella un cariño especial es porque a través de sus reseñas he disfrutado de la sensibilidad con la que escribe, de su ingenio, de su sentido del humor y de su capacidad para captar el espíritu de cada libro que lee, algo que valoro especialmente, dada mi torpeza para combinar estas habilidades y que ella concilia sin despeinarse.

Después, a lo largo de la jornada observé como tanto en su blog como en algún otro, la noticia se iba extendiendo, con la alegría sincera y compartida por parte de la blogosfera. ¿Y qué podía hacer yo, en particular, para dar a conocer su novela? Pocas opciones me quedaban, por lo que pensé que lo mejor era leerla cuanto antes y expresar mi opinión, que a fin de cuentas, para eso estamos.


LA AUTORA:
Mónica Gutiérrez nació y vive en Barcelona. Licenciada en periodismo por la UAB y en Historia por la UB. Escribe desde que tiene memoria y ha participado en diversos concursos literarios, con mayor o menor fortuna, pero es la primera vez que se atreve con una novela larga.

Desde hace algunos años la conocéis a través de Serendipia, su blog literario, en donde comparte con vosotros las lecturas que más le han gustado.


ARGUMENTO:

¿Puede alguien abandonar una carrera vocacional y exitosa, a sus amigos, y una vida forjada a golpe de esfuerzo sin sentir un atisbo de vértigo? Pues eso es lo que le ocurre a Grace, la protagonista de esta historia, una afamada cirujana de un hospital londinense cuando, días antes de la navidades, decide volver para quedarse, a su pueblo natal, una aldea perdida ubicada en el corazón de Transilvania. No se trata de un arrebato, sino de una decisión reflexionada, porque echa de menos a su familia y sus extravagantes vecinos. Quiere volver a pisar sus empedradas calzadas, recorrer sus calles y sentir la tenue caricia de los Cárpatos.

Y lógicamente, será recibida con ese calor anhelado que actúa como un trapecio contra la incertidumbre por parte de sus abuelos, su padre y su hermana, aunque también con el respeto de sus vecinos. Sin embargo, se encontrará con algo con lo que no contaba y que cambiará su destino.



IMPRESIONES:
Como decía al principio, anteayer asistí ilusionada ante la primicia de que una bloguera por la que siento un gran respeto había escrito su primera novela. Por eso, cuando a última hora de la tarde recibí el fichero en cuyo interior anidaba la novela, dejando de lado mi particular monomanía contra la lectura electrónica, no dudé ni siquiera un momento en ponerme las pilas, como había asegurado en el blog de la susodicha. Y si por la mañana había sentido una ilusión renovada, por la noche, cuando llevaba leído un tercio del libro mi complacencia no tenía límites.

Mónica Gutierrez, con una habilidad sorprendente, me había trasladado a Mic-Napona, una pequeña localidad, en el corazón de Transilvania, en la que unos personajes ciertamente pintorescos, se hacían la competencia por ganarse mi corazón. Obvio es que la protagonista, Grace, se llevaba la palma por aclamación porque siempre me han gustado esos individuos que con una notable personalidad son capaces de romper la rutina de sus vidas para seguir la estela de un sueño, aunque éste sea más o menos asequible. Es verdad que la literatura se presta a mostrarnos grandes gestas de héroes temerarios capaces de sorprendernos con mil y una aventuras, pero este no es el caso. Los personajes creados por la imaginación de Mónica Gutierrez son de lo más normal (bueno, rarezas tenemos todos ¿no?), que llevan una vida tranquila y que sólo aspiran a ser felices. Otra cosa es que en esta novela la originalidad venga de serie y cada uno de estos “elementos” sea un rara avis por una determinada cualidad que los convierte en ejemplares únicos. Para que os hagáis una idea:


Además del abuelo Traian, un empresario que posee una fábrica donde se elabora la mejor cerveza negra de Transilvania y que hace las veces de alcalde de la localidad, dada la ineptitud del primar, o de la abuela Constanza, una ferviente católica, con una voluntad de hierro, volcada en satisfacer las necesidades más elementales de su familia, que son además las imprescindibles. Por no hablar de su padre, Petre, el médico de la localidad al que la experiencia le ha enseñado que más allá de recetar química a sus pacientes, la mejor fórmula para curar las enfermedades es la que se elabora con cariño; o su hermana Lena, que como ella ha regresado a la casa familiar, embarazada de nueve meses tras separarse de su esposo, conoceremos a un gran número de los moradores de la aldea: desde el cicatero dueño del colmado, el señor Visi, o a Emil el farmacéutico y su esposa, los chismosos oficiales del pueblo, o el Sr. Cesare, más terco que su mula pero con un gran corazón; o Teresa, una mejicana muy unida a la familia que regenta el Sinaloa, o Georghe Antonescu, que todos los días, desde su emisora Radio Mic N II, instalada en el pajar de su casa, ameniza las veladas de sus convecinos ofreciendo las noticias de día a día; o la policía local, que hace la ronda en bicicleta y cuya única arma es el diálogo; en fin, un puñado de personajes que convierten en relato en un cúmulo de situaciones divertidas y entrañables.

Porque lo que la autora nos cuenta a lo largo de este relato es una noctalia. ¿Qué no sabes lo que és? Lógico, a fin de cuentas, es ella quien ha acuñado el término, así que os transcribo la definición tal y como la puntualiza la abuela Constanza:

- Las noctalias son los cuentos que se explican desde siempre alrededor de un buen fuego. Para que sea una verdadera noctalia, deben darse tres descripciones indispensables: que sea de noche, que haga frío y que todos los que estén sentados escuchando estén cansados. Sólo así la noctalia da consuelo, porque siempre encierra un mensaje de esperanza. Como un faro, una luz cálida, para los que están perdidos y exhaustos, en busca del camino (Página 2).

Yo sólo puedo contarte que en esta noctalia, la acción nos desplaza a diciembre de 2004, a Mic-Napoca, una pequeña y ficticia localidad, cercana a Cluj, la capital del distrito que si que es real. Como se puede deducir, Mic significa Pequeño/a y Napoca, ciudad, así que blanco y en botella para entender el significado del escenario donde transcurre la obra. Comienza unos días antes de la celebración de la Navidad, cuando unos helicópteros aterrizan en el campo de heno de Cesare. De pronto la noche se llena de marines americanos y la luz de los reflectores lo invaden todo, ante el tremendo despliegue de medios. Después la historia vuelve a unos días atrás, al preciso momento en que Grace vuelve a la casa familiar, tras quince años viviendo en Londres, lugar al que marchó apenas cumplidos los dieciocho años. Allí estudió Medicina, para después convertirse en una cirujana cardióloga de éxito en el Royal Marsdan Hospital… Lo demás, debes conocerlo tú.

Antes de terminar, me gustaría hacer hincapié en que me siento incapaz de determinar qué es lo que más me ha gustado, si las bellísimas descripciones o los impagables diálogos. En particular he disfrutado de ellos, no sólo porque me han ayudado a conocer a los personajes más íntimamente, sino por algunos momentos irrepetibles. Son muchos detalles, en serio. Por ejemplo, la literatura forma parte de las aficiones familiares, desde la clásica (el abuelo Traian es un incondicional de Homero), pero Gracia no duda en darle una lección magistral a costa de J.R.R. Tolkien, con quien le compara. Aunque no le descubre nada que no supiera…

Las descripciones permiten que nos hagamos una idea bastante pormenorizada del entorno. Pero no sólo me han impresionado por la información se nos va transmitiendo, sino por la forma. Por poner un ejemplo para que os hagáis una idea, aún ubicando la acción en una localidad ficticia, esta se encuentra a poca distancia de otras ciudades que si existen realmente, como Cluj. Me ha encantado, y repito que sólo es un ejemplo entre muchos, que nos describiese la Iglesia de San Miguel, de estilo gótico y una de las construcciones religiosas bellas de Transilvania, donde la familia Bratianu al completo acude tras celebrar la Nochebuena, a la Misa del Gallo.

La cubierta me ha encantado por los vivos colores que nos regala  Jordi Royo en su diseño,  aunque no creo que haya sido capaz de transmitir la esencia descriptiva que se nos narra en el interior. A no ser que vaya más allá y, como buena noctalia, sólo sea un reflejo de aquello que se intuye y desea, dado que el relato se desarrolla en invierno, en plenas navidades y la portada, aparentemente, refleja unas tonalidades primaverales, ¿ será que este periodo es sólo el germen de lo que está por venir y que aflorará meses después cuando los sueños de Grace se puedan materializar?.



ENLACES DE INTERÉS:


Perfil de la novela en Facebook.




CONCLUSIONES:
Anoche me fui a dormir con una sonrisa en los labios y una alegría en el alma. Había leído una historia excepcional capaz de hacerme olvidar por unas horas los sinsabores del día a día. Y es por ello que la principal conclusión a la que he llegado, tras la lectura de Cuéntame una noctalia, es que precisamente esta novela es capaz de reconciliarte con la vida, de provocar esos sentimientos que cualquier aficionado a la letra impresa busca con ahínco: esa magia capaz de hacerte viajar a un pequeño país que no figura en los mapas y sufrir a y por unos personajes más cercanos de lo que aparentan ser.

Y ya sólo me queda despedirme al estilo Serendipia: Lector, no desaproveches la ocasión de leer esta preciosa historia y dejarte inocular por el virus del candor que la prosa de Mónica Gutierrez es capaz de transmitir. Déjate seducir por los habitantes de Mic-Napoca, un lugar de ensueño que no figura en los mapas, pero del que una vez conocido, no te importaría convertirte en un vecino más.








domingo, 25 de noviembre de 2012

LA MARCA DEL MERIDIANO, de Lorenzo Silva



DATOS TÉCNICOS:

Título: LA MARCA DEL MERIDIANO
Autor: Lorenzo Silva
Editorial: Planeta
Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
ISBN: 978-84-08-03123-9
Páginas: 400
Presentación: Tapa dura con sobrecubierta



En más de una ocasión, como ya sabéis quienes acostumbráis a pasaros por este blog, he cuestionado al Premio Planeta. Es más, he mantenido y mantengo que normalmente me convence más, edición tras edición, el finalista que el ganador, salvo honrosas excepciones. Y precisamente, hablando de ello, echaré mano del dicho: la excepción confirma la regla, porque este año no puedo estar más de acuerdo con el resultado y tras haber leído las dos novelas, gustándome ambas, tengo que decir que el galardón a Lorenzo Silva es más que merecido.

Mucho se ha hablado, e imagino que se hablará, que para el Jurado, compuesto por: Alberto Blecua Perdices, Ángeles Caso, Juan Eslava Galán, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Emili Rosales, la elección estaba más clara que el caldo de un asilo en base a que era fácil discernir quien era el autor a quien premiaban, independientemente de que éste hubiese presentado la obra bajo el seudónimo de Bernie Ohls, sino porque se trata de la séptima entrega de una saga policial a todas luces conocida. Pero es que las Bases del Planeta son claras en ese sentido y no obligan a que los participantes sean anónimos, sino que esta opción es potestativa, al estar sujeta a la facultad del autor (y de ahí la utilización del seudónimo no sólo para el nombre, sino para el título de la obra).

El caso es que a mi me ha parecido un ejercicio de valentía el realizado por Lorenzo Silva al haberse presentado a un concurso de este nivel, con tantos partidarios como detractores, con una novela de estas características y más si cabe, cuando el género no es precisamente muy reconocido en nuestro país, tan dado a alabar lo ajeno y defenestrar lo propio. Gran espaldarazo el obtenido para la novela negra ¿verdad?



EL AUTOR:
Lorenzo Silva (Madrid, 1966). Desde que comenzara su andadura en el mundo literario a finales de los noventa, ha cultivado diferentes géneros:

NOVELA:
- La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997).
- Noviembre sin violetas. 
- La sustancia interior. 
- El urinario. 
- El ángel oculto. 
- El nombre de los nuestros. 
- Carta blanca(Premio Primavera 2004), 
- Niños feroces.
- Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia.
- El cazador del desierto. 
- La lluvia de París.

Y, por supuesto, la serie de novela policíaca protagonizada por los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro:

- El lejano país de los estanques (Premio Ojo Crítico 1998).
- El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000).
- La niebla y la doncella.
- Nadie vale más que otro.
- La reina sin espejo.
- La estrategia del agua.
- La marca del meridiano.
- Los cuerpos extraños


RELATOS:
- El déspota adolescente.

LIBRO DE VIAJES:
- Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos.

LIBRO-REPORTAJE:
al final, la guerra, junto a Luis Miguel Francisco 

ENSAYO:
- El Derecho en la obra de Kafka.
- Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo).


ARGUMENTO:
Cuando el cadáver del Subteniente Robles, ahora en la reserva, aparece ahorcado en Logroño, colgado de un puente, el brigada Bevilacqua no duda en solicitar al jefe de su unidad, el coronel Pereira, convertirse el encargado del esclarecimiento de su muerte. Le acompañarán en la misión la sargento Chamorro y el guardia Arnau. Pero para Rubén Bevilacqua este no es un caso más, porque Robles fue su mentor en sus comienzos en el Cuerpo y siempre ha sentido por él afecto y respeto.

Se trasladarán entonces a La Rioja para iniciar la investigación, dado que es el lugar ha aparecido el cuerpo, aunque la residencia de la víctima está en Barcelona. A simple vista comprobarán que el finado fue torturado hasta la saciedad antes de morir, confirmándose después por la autopsia y los indicios llevarán al trio de picoletos a Barcelona, donde destaparán una red de corrupción en la que algunos que visten de verde se sacan un sobresueldo.



IMPRESIONES:
Tenía mis dudas sobre si leer o no esta novela en este momento. Si tengo que ser sincera, me pudo la curiosidad y aunque no dudaba de su calidad, el saber que era la séptima entrega de una saga protagonizada por una pareja de guardia civiles, temía perderme (o decepcionarme) al no haber leído ningún libro de los anteriores, cosa que tampoco iba a remediar sobre la marcha poniéndome al día. Es algo que me ha ocurrido en otras circunstancias y que en más de una ocasión me ha defraudado porque la novela negra/policíaca acostumbra mucho a crear sagas de este tipo. ¡No son nadie los escandinavos para esto! Y precisamente, si hablamos de escandinavos, qué lástima que el autor no lo sea, porque su reconocimiento sería mundial.

Con respecto al título, que hace referencia a la línea imaginaria creada por la mente humana, el Meridiano de Grenwich, cuyo símbolo visible atraviesan los picoletos de camino a Barcelona, desde Madrid, sirve como base para establecer las marcadas y tan politizadas diferencias entre las dos ciudades, al encontrarse de este modo en hemisferios diferentes y por ende, de la catalana con respecto a España, ya que además de metafórico, (el traspasar ciertas líneas siempre deja marcas y el protagonista es un ejemplo de ello), es todo un acierto, más si se compara con el previsto originalmente, Te protegeré, posiblemente más poético, como los son las promesas hechas al calor del amor, pero más predecible.

Porque Silva, en esta novela, se nos brinda como un experto guitarrista, capaz de rasguear ese instrumento llamado prosa para ofrecernos su particular oficio, capaz de subyugarnos con su destreza a la hora de sustentar el interés creciente que provoca la resolución del enigma y, acariciando varias cuerdas a la vez, conjugar los acordes para que en esa cadencia se armonicen no sólo los rasgos psicológicos de los personajes, sino los dilemas morales a los que se ven abocados, que son los de nuestro tiempo, exponiendo una acertada y minunciosa descripción de la sociedad actual.

En cuanto a estilo, partiendo de la base de que la prosa de Silva es impecable, me ha sorprendido ese juego mediante el cual las frases cortas se enlazan con otras más largas y enrevesadas en un correcto engarce. ¿Qué se consigue con ello? Es muy sencillo. Normalmente, cuando se abusa de frases cortas, al estilo barojiano, hay que recurrir a los puntos y seguido, convirtiendo el texto, por su uniformidad, en algo monótono, sin embargo, Lorenzo Silva lo resuelve con mucha habilidad e ingenio gracias a este procedimiento.

La estructura argumental es absolutamente compacta; en ella se identifican con claridad las tres partes en que se divide la novela: Introducción, nudo y desenlace con inclusión de epílogo, que ayuda a atar cabos sobre todo a aquellos entre quienes me incluyo que por no haber leído los títulos anteriores –en particular uno de ellos- podía darnos la impresión de que nos perdíamos algo. Está dividida en veinte capítulos, todos ellos titulados de tal manera que el enunciado hace alusión a lo que ocurre en cada apartado. El ritmo es rápido, no diría que trepidante porque me horroriza el término por manido, pero el hecho de que la investigación se desarrolle en distintos escenarios ayuda a crear ese clima en el que parece que los acontecimientos desbordan a los protagonistas, consiguiendo ese efecto.


Quizás, si tuviese que poner algún pero a la novela, se lo pondría al final, que me ha parecido algo intrincado, no por lioso que conste, pero que te deja con esa sensación tan recurrente en las novelas por entregas que no me gusta, porque estoy convencida de que leeré las siguientes sin necesidad de que me las vayan cebando, precisamente porque la calidad de la misma no deja lugar a dudas. Pero ya digo, es una simple percepción.

Los personajes principales, Bevilacqua, Chamorro y Arnau, son gente normal y corriente, si exceptuamos que son Guardia Civiles, claro, que viven una vida en cierto modo anodina, volcados en su trabajo y sufriendo los achaques de esta crisis que parece haberse cebado en la sociedad, aunque es el primero, sin lugar a dudas, quien insufla fuerza y vitalidad a la trama, por su forma de actuar y por un carácter y una personalidad con la que es fácil empatizar, a pesar de esas heridas del pasado que ahora parecen aflorar y que le estrangulan. Y es ahora, precisamente, cuando hay que solventarlos. Aún así, me quedo con la ironía con la que afronta las situaciones y la vida como su bastimento para abordar los dilemas.




ENLACES DE INTERÉS:

Puedes leer los primeros capítulos de la novela en este enlace

Twitter de Lorenzo Silva 


CONCLUSIONES:
¿Se merece La marca del meridiano el premio obtenido? Sin lugar a dudas. Podría daros un montón de razones, os lo aseguro, porque no es que se trate tan sólo de una buena novela con un argumento interesante, sino que está muy bien escrita, es amena –más que leerse, se devora-, sino porque a medida que vas avanzando y conociendo al protagonista, no puedes evitar meditar en ocasiones sobre los temas que en la narración se plantean. Al estar narrada en primera persona, es como si Bevilacquia hablase contigo, te hiciese partícipe de sus pensamientos, de sus preocupaciones, porque su análisis de la sociedad es minuncioso y pormenorizado, pero también las conclusiones a las que llega te provocan sentimientos encontrados: unas veces te sacará una sonrisa (o algo más); otras, en cambio, por su gran dosis de profundidad, te llevará a considerar cada uno de los matices que propone. En definitiva, un gran personaje para disfrutar de una historia estupenda.



miércoles, 21 de noviembre de 2012

COCINEROS SIN ESTRELLA, de José Ribagorda



DATOS TÉCNICOS:

Título: Cocineros sin estrella
Autor: José Ribagorda
Editorial: Planeta
ISBN: 978-84-08-01381-5
Páginas: 176
Presentación: Rústica con solapas



Una de mis grandes pasiones, además de leer, es la de viajar. No soy muy ambiciosa en cuanto a destinos se refiere y mis salidas suelen ser bastante discretas, ya que prefiero moverme por nuestro país, por lo que puedo afirmar que conozco bastante bien nuestra geografía y la mayor parte de las ciudades. Acostumbro a viajar por gusto de conocer; es decir, una vez decidido el destino, suelo consultar guías de viajes que me ayudan a crearme un “cuaderno de ruta” donde los monumentos civiles o religiosos, rincones típicos, museos y demás lugares de interés tienen una importancia vital, que no única, porque también suelo apuntarme el nombre de aquellos restaurantes más o menos conocidos que, junto con alojamiento, convierten en un placer indiscutible cada salida.

Por ello, cuando descubrí este libro entre las novedades de Planeta, no pude resistirme… y eso que ver el logo de Telecinco en primer plano me echaba un poco para atrás. Ya sabéis mi opinión acerca de los personajes más o menos mediáticos que últimamente parecen flirtear con la literatura, pues esta se ve reforzada cuando éstos vienen marcados con el sello Mediaset España.

Pero como últimamente en cuestiones literarias estoy como en la primera fase del sueño, por lo necesito pocos estímulos para sentirme atraída por distintos tipos de lecturas que nos ofrecen las Editoriales y aprovechando que aunque los prejuicios pueden ser condición necesaria, no es suficiente, así que decidí que este libro debía formar parte de mi equipaje de mano en posteriores salidas, ya que de los quince restaurantes propuestos por Ribagorda, sólo conocía uno, algo a todas luces subsanable, tras la lectura del libro.



SINOPSIS:
Aunque en cualquiera de las reseñas que publico acostumbro a explicar el argumento de cada historia, por razones obvias, es difícil hacerlo cuando se trata de un libro de estas características, de modo que he preferido copiar lo que podéis encontraros en la contraportada, un párrafo que con acierto la Editorial ha rescatado de la Introducción:

«Desde hace tiempo tenía una deuda de agradecimiento y una cierta obligación moral de reconocer a tantos cocineros y cocineras, de corte más tradicional, su tremendo oficio, sus desvelos y su dedicación al noble arte de COCINAR con mayúsculas. Este libro y el programa de televisión que he rodado no son otra cosa que mi particular homenaje a unos admirables y honestos profesionales que han sabido velar por que las tradiciones que han heredado de sus antepasados se mantengan intactas con el paso del tiempo, logrando que adquieran en la actualidad un valor muy superior.»



IMPRESIONES:
El libro se divide en quince capítulos, dedicados cada uno de ellos a un restaurante. De todos ellos se nos ofrece su dirección, así como un relato de los motivos que llevaron a José Ribagorda a conocer el local, de los inicios de sus propietarios, de sus trucos de cocina y, sobre todo, el amor que transmiten a sus ingredientes durante la elaboración de sus viandas. Además de un prólogo a cargo de Lorenzo Díaz y una breve introducción por parte del autor. Al final, encontramos un índice de las recetas propuestas por cada chef.

Estos son los restaurantes:

- Alhucemas, en Sanlúcar la Mayor (Sevilla). Comienza Ribagorda hablándonos de los orígenes de este restaurante, pues el propietario abrió el local como consecuencia de una regulación de empleo en el sector del automóvil, donde siempre había trabajado, eligiendo este camino de manera vocacional, como una huida hacia delante en pos de una segunda oportunidad. Los inicios fueron complicados, hasta que un buen día un cliente decidió almorzar allí y elevó a su dueño a los altares de la restauración. Se trataba de Ferran Adrà.
Comenta también que en este local se elabora la mejor fritura de pescado de toda Andalucía, lo que viene a significar la mejor de España, catalogando a su estilo como la quintaesencia de la sencillez, basada en la utilización de la mejor materia prima y el aceite de oliva con denominación de origen andaluz. También es vital el uso de algunas artes, como la exactitud y precisión en el rebozado y las cocciones breves, que proporcionan una jugosidad abundante incomparable, aunque también borda lo arroces. La receta ofrecida por Miguel Palomo es la de los Boquerones al limón.


- El Campero, en Barbate (Cádiz). La receta que nos ofrece Pepe Melero es el Contramormo de atún encebollao, porque es precisamente Barbate uno de los lugares en donde se puede disfrutar del mejor atún rojo salvaje de la península. Y no es por casualidad. De hecho, el autor nos habla al principio del artículo dedicado a este restaurante del ancestral arte de la pesca de almadraba, que presenció emocionado en la bella localidad gaditana un primaveral día sin levante (ese viento tan peculiar del que huyen los lugareños, con razón). Para desvelarnos a continuación las sutilezas de la cocina de Melero, a caballo entre la tradición y la modernidad y fiel a la siguiente máxima: “Ofrecer lo mejor, haciéndolo lo mejor posible”.

- Casa Chema, en Oviedo: En marzo de 2011 le otorgaron a este restaurante, dentro de las Jornadas Culturales, el premio a La mejor fabada del mundo, por lo que la receta propuesta por su copropietaria, Joaquina Rodríguez, no podía ser otra. De este plato asegura el autor que quedó encantado con ella, por ser “equilibrada, suavísima, de un sabor intenso y al mismo tiempo de una suntuosidad, de una cremosidad, fuera de lo normal.

- Casa Ciriaco, en Madrid: Esta taberna ilustrada, que cuenta entre su clientela con toreros y pintores, escritores y políticos, reyes y plebeyos y, en general, gente de buen yantar, que acude a este rincón situado en la castiza calle Mayor buscando la tradición por definición, ya que desde sus orígenes, hace más de un siglo,  y como entonces, ofrecen a su clientela los platos más representativos de la gastronomía madrileña. La receta elegida por Amparo Moreno es la Gallina en pepitoria, elaborada, como no podía ser de otra manera, sin variar ni los ingredientes ni la preparación a como se ha venido haciendo durante casi cien años.

- D’Berto, en O Grove (Pontevedra): En este restaurante son de la opinión de que el tamaño importa, o eso es al menos lo que mantiene Marisol Domínguez, la encargada de que los comensales que allí acuden salgan satisfechos tras disfrutar de los frutos del mar que mantienen como tesoros en el acuario visible tras cruzar el umbral del local. Para ella, cuanto más grande es la pieza, mejor es su sabor. La elaboración se basa en darle el toque exacto sin tocar el producto más que lo necesario, mediante cocciones mínimas en el caso del marisco y utilizando las brasas cuando se trata de asar. La receta que propone es la Empanada de centollo, a la que el autor define como sublime.

- Echaurren Tradición, en Ezcaray (La Rioja): Fue en este restaurante donde a José Ribagorda se le ocurrió la idea de abordar este proyecto, tras probar las que él denomina antológicas croquetas de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 yresponsable de los fogones durante más de cinco décadas y que aunque ahora está retirada, no tuvo inconveniente con ponerse de nuevo el delantal para la grabación del programa de TV pertinente y charlar con el autor. Pero no es la primera vez, ni la única, en que el presentador de informativos se ha dejado caer por allí. Ha vuelto en más ocasiones, encandilado por sus platos, en particular por el que nos ofrecen como receta, los Caparrones con Chorizo (pues es así como denominan en la zona a las alubias rojas).

- Treintaitrés, en Tudela (Navarra): Ricardo Gil ha conseguido crear tendencia en Navarra y no es fácil, pues ha conseguido convencer a quienes visitan su local que se puede comer bien a base de las verduras cultivadas en su propia huerta. Por ello, nos ofrece su, según Ribagorda, magistral Menestra de Verduras para convencernos que es posible innovar, crear y reinventar cuando de verduras se trata. Son muchos años de experimentación, estudiando los productos y buscando nuevas técnicas de cocción para aproximarnos a la fuente del sabor.

- El Capricho, en Jiménez de Jamuz (León): La historia de José Gordón, el propietario de este restaurante es emotiva en si misma, aunque el modo en que el autor nos la transmite ayuda mucho a sentirla así. José Gordón mantiene que su infancia rural, en contacto con la naturaleza, ha conformado su carácter y le ha dado sus principios. Desde niño se volcó en el cuidado de los bueyes, animales por los que sentía y siente una auténtica inclinación y en un viaje que realizó a Galicia pudo comprobar que ese apego era bastante usual en las aldeas que recorría. A su vuelta, decidió buscar para su posterior cuidado a los mejores ejemplares de cada raza, a los que procura toda clase de mimos hasta la hora de su sacrificio, momento en que los acompaña para que no sufran estrés, lo que provocaría que la calidad de la carne se perjudicase. No es de extrañar que la receta que nos ofrece sea el Chuletón de Buey ¿no?

- El Rinconcillo, en Monesterio (Badajoz): Tras la impecable  puesta en escena de la zona donde se ubica este restaurante, Ribagorda nos describe no sólo la belleza del entorno que tan bien conozco, sino que nos ofrece una serie de curiosidades que desconocía por completo, como es el hecho de que en la dehesa extremeña se elabore uno de los foies más afamados del mundo, ya que las ocas ibéricas realizan una escala en este lugar como consecuencia de sus migraciones, por no hablar de la larga retahíla de manjares que en la zona se producen. Y es esta información la que hace las veces de telón de fondo para presentarnos a Antonio Parra, el propietario de El Rinconcillo, un firme defensor del cerdo ibérico, criado en libertad y alimentado con bellotas. Y para dejar patente que el cerdo es algo más que jamones y paletillas, nos ofrece una espectacular receta: Carrilleras de ibérico al vino tinto con piñones.

- Elkano, en Guetaria (Guipúzcoa): Pedro Arregui, propietario de este restaurante, basa su cocina en la innovación y la tradición, considerando ambas opciones complementarias, sin obviar el profundo respeto que tanto él como su hijo Aitor sienten por el producto y su temporalidad. Su local está especializado en los pescados asados, enteros y con piel, en parrillas alimentadas con carbón de encina. Por ello, su receta recomendada es la del Rodaballo a la parrilla, su plato estrella en base a la calidad de su carne blanca, jugosa y estirada al que una vez finalizado, añade una vinagreta deliciosa, según comenta el autor.


- Hispània, en Arenys de Mar (Barcelona): Las hermanas Rexach, Paquita y Lolita, abogan por la cocina tradicional catalana, basando la esencia de sus platos en la calidad de la materia prima y la lentitud y la sencillez en las técnicas culinarias. Es por ello que, atendiendo a la ubicación del restaurante, en el litoral del Maresme catalán, donde la calidad de su pescado es palmaria, la receta que nos ofrecen es un Suquet de escórpora (cabracho), espardeñas, sepia y gambas.
En cuanto a su clientela, es de lo más variopinta, pues han pasado por allí tanto reyes, como políticos o escritores, personajes de la talle de Robert de Niro o Bono (líder de U2); o Álvaro Cunqueiro, Josep Pla o Néstor Luján que legó su bodega particular al restaurante.


- Mannix, en Campaspero (Valladolid): Marco Antonio García, el propietario de este restaurante, se honra de pertenecer a una saga familiar de maestros asadores, claro que para ello eligen los mejores lechazos de la zona (de raza churra) a los que aplican una técnica admirable. El horno utilizado es una construcción de adobe, barro y paja, alimentado por leña de encina. Y por ello, la receta que nos regala es la del Lechazo, que se presenta en la misma cazuela de barro en que se elaborado, acompañado por una ensalada y un buen Ribera del Duero.


- Montes, en Villacañas (Toledo): Loli Montes, que regenta este restaurante manchego junto a sus dos hermanas Amparo y María, conocidas como “Dulcineas de la cocina castellano-manchega”, nos enseña a elaborar las típicas Gachas, aunque en su local se realizan todo tipo de manjares, como los pistos, las migas muleras, o la olla podrida, considerada el ascendiente del cocido, sin olvidar el típico plato de Villacañas, las mistelas (a base de bacalao, patatas y tomate), entre otros. Siguiendo las pautas de una cocina tradicional con toques manchegos, en Montes elaboran sus platos con sencillez, primando por encima de todo la calidad y el trabajo bien hecho utilizando las técnicas recibidas de sus antepasados.


- Paco Gandía, en Pinoso (Alicante): Paco Gandía regenta junto a su mujer este restaurante situado en la comarca del Vinalopó, al sur de Alicante y muy cercano a Murcia. En su local, considerado la meca del arroz, puede degustarse este cereal en sus muchas variaciones y, a juicio del autor, la receta que nos ofrece en este libro: Arroz con conejo y caracoles, es lo mejor que se puede comer en España. Y no es el único que piensa así, pues el crítico gastronómico Rafael García Santos, lo califica como “volcánico”, esgrimiendo sus razones en el texto. Lo que si que me ha resultado curioso del análisis que los propietarios del local en cuanto a su cocina es que la denominan aristotélica, ya que en ella se conjugan los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego.


- Roxi, en Valencia de Don Juan (León): En esta ocasión, Ribagorda rinde un tierno homenaje a los escenarios creados por Delibes, el escritor-cazador, por ser los mismos en que se ubica este restaurante, especializado en caza, aunque bordan cualquier otro tipo de receta, entre todas las que ofrece su variada carta. Por eso, no es de extrañar que la receta recomendada por Carolina Rubio sean los Pichones guisados, tan típicos de la comarca de Los Oteros, donde los criaban en los típicos palomares construidos en barro.


ENLACES DE INTERÉS:
Podéis leer un fragmento del libro (prólogo, introducción y primer capítulo) en este enlace.

O visitar el blog La buena vida, de José Ribagorda.



CONCLUSIONES:
Como podéis comprobar, dado el tipo de libro que es, puede gustarte o no. A mí, en particular, me ha encantado no sólo por la información que contiene, sino por la forma en que está narrada. No estoy muy de acuerdo con el subtítulo: “Un recorrido gastronómico por los mejores restaurantes aún pos descubrir”, no porque éstos no lo sean, que conste, sino porque algunos ya cuentan con buena cantidad de reseñas que les hacen justicia. Otra cosa son las estrellas, que estoy convencida, sin haber estado nada más que en uno de ellos, que sobran los motivos para dárselas.


(*) Las fotos que se acompañan en esta reseña no son las que vienen en el libro. La mayoría están sacadas de las webs oficiales de los restaurantes. No me hubiese importado escanearlas, pues son de gran calidad además de que podría resultar interesante ponerle cara a los propietarios de los locales, pero además de la clásica nota prohibiendo la reproducción total o parcial del contenido, se nos informa del sitio al que solicitar el permiso necesario y, como no es vital, he preferido recurrir al sistema comentado.