lunes, 19 de marzo de 2018

CUANDO SALE LA RECLUSA, de Fred Vargas



DATOS TÉCNICOS:

Título: CUANDO SALE LA RECLUSA
Autora: Fred Vargas
Traductora: Anne-Hélène Suárez Girard
Editorial: Siruela
Colección: Nuevos Tiempos
ISBN: 978-84-17308-12-4
Páginas: 408
Presentación: Rústica con solapas



El 14 de febrero salió a la venta Cuando sale la reclusa y, días antes, ya estaba nerviosita perdida esperando tenerla entre las manos, porque hace años que me convertí en una incondicional de esta autora, que me sorprende y me divierte a partes iguales con cada una de sus novelas y nunca me decepciona. La razón es muy sencilla: Fred Vargas escribe muy bien, nada en sus novelas es trivial aún cuando en mitad de una reunión en "el Concilio", mientras la brigada se pone al día en el curso de una investigación, la hilaridad esté más que presente.  Sus descripciones, ya sean de un lugar, de algo o de alguien en concreto son profundas y, lo que es más importante: es muy original; de hecho, posiblemente, una vez que la conozcas, sabrás que nunca vas a leer nada igual y esperarás sus novelas como agua de mayo como me sucede a mi.

Y también quiero decirte algo más antes de pasar a hablar de esta novela en concreto: aunque comiences la serie del Comisario Adamsberg por este libro, el último publicado hasta la fecha, no necesitarás ponerte al día, porque contextualiza lo suficientemente bien como para que cojas el hilo desde el primer momento. Y una vez lo que lo hayas hecho, te enamorarás tanto del comisario como del último miembro del equipo que tiene a su cargo, incluído ese gato al que llaman "la Bola", porque no habrás conocido ni conocerás nada semejante. ¿Empezamos?




Fred Vargas, pseudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau (París, 1957). Fred es el diminutivo de Fréderique, lo del Vargas es harina de otro costal, pues fue su hermana Jo (diminutivo de Joëlle), quien tomó el alias de un personaje de la película La princesa descalza, protagonizado por Ava Gardner.

Investigadora de Historia y Arqueología en el CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas), publicó una tesis con la editorial Presses Universitaires de France, titulada Los caminos de la peste.

Traducida a más de cuarenta idiomas, desde hace más de una década, es una de los diez autores franceses más vendidos en su país, y sus novelas se han convertido en bestsellers tanto en Alemania como en Italia.

Ha publicado ensayos, obras de carácter científico y otras series de trabajos, pero por lo que sin lugar a dudas se ha hecho muy popular es en el terreno de la novela policíaca, con novelas como:

- Los juegos del amor y de la muerte (Les Jeux de l'amour et de la mort, 1986). No publicada en español.

- Los que van a morir te saludan (Ceux qui vont mourir te saluent, 1994.


Serie “Los tres evangelistas”:
 
- Que se levanten los muertos (Debout les morts, 1995.
- Más allá, a la derecha (Un peu plus loin sur la droite, 1996.
- Sin hogar ni lugar (Sans feu ni lieu, 1997.


Serie del Comisario Adamsberg:
 
- El hombre de los círculos azules (L'homme aux cercles bleus, 1991).
- El hombre del revés (L'homme à l'envers, 1999.
- Los cuatro ríos (Les quatre fleuves, 2000).
- Huye rápido, vete lejos (Pars vite et reviens tard, 2001).
- Fluye el Sena (Coule la Seine, 2002).
- Bajo los vientos de Neptuno (Sous les vents de Neptune, 2004).
- La tercera virgen (Dans les bois éternels, 2006).
- Un lugar incierto (Un lieu incertain, 2008).
- El vendedor de estropajos (Le marchand d'éponges, 2010).
- El ejército furioso (L'Armée furieuse, 2011).
- Tiempos de hielo (Temps glaciaires, 2015).
- Cuando sale la reclusa (Quand sort la recluse, 2017).

Algunas de sus novelas se han adaptado para el cine (Huye rápido, vete lejos) y la televisión (Bajo los vientos de Neptuno, El hombre de los círculos azules, El hombre del revés y Un lugar incierto), así mismo, ha recibido numerosos premios y reconocimientos.

El comisario Jean-Baptiste Adamsberg, tras unas merecidas vacaciones en Islandia, se interesa de inmediato a su regreso a Francia por la muerte de tres ancianos a causa de las picaduras de una Loxosceles rufescens, más conocida como la reclusa: una araña esquiva y venenosa, pero en ningún caso letal. Adamsberg, que parece ser el único intrigado por el extraño suceso, comienza a investigar a espaldas de su equipo, enredándose inadvertidamente en una delicada y compleja trama, llena de elaborados equívocos y profundas conexiones, cuyos hilos se remontan a la Edad Media. Un caso elusivo y contradictorio que se escapa a cada momento de las manos del comisario, haciéndole regresar a la casilla de salida. Solo sus intuiciones, tan preclaras como dolorosas, serán capaces de devolverle la confianza que necesita para salir ileso de la red tendida por la más perfecta tejedora...

Cuando sale la reclusa es sin duda la obra más ambiciosa de Fred Vargas, la reina indiscutible de la novela negra europea. En ella se entrecruzan con maestría todos los temas que han convertido la publicación de cada una de sus novelas en un auténtico acontecimiento literario, tanto para la crítica como para los lectores: el medievo, la arqueología, los mitos, el mundo de los animales y, por supuesto, la descripción detallada y poderosa de los oscuros laberintos del alma humana.


Si nunca has leído ninguna novela de Fred Vargas, has de saber que en cualquiera de ellas el protagonismo lo ostenta, por definición, Jean-Baptiste Adamsberg y después, en mayor o menor medida, el resto de los policías que con él trabajan en la Brigada Criminal, sección de homicidios del distrito 13 de París. Os los presento:

- Jean-Baptiste Adamsberg: Procede de los bajos Pirineos. Se hizo policía con veinticinco años, aunque tardó veinte hasta que lo trasladaron a París. En principio, en una comisaría del distrito 5, para pasar después a convertirse en Comisario de la Brigada Criminal, sección de homicidios, del distrito 13. Solitario, austero y asocial, tiene dificultades a la hora de recordar palabras, algo inversamente proporcional cuando se trata de imágenes. Dotado de una intuición abrumadora, su nivel en cuanto a resolución de casos es espectacular. Tiene un instinto muy desarrollado, por lo que su modo de vivir, hacer y trabajar es impulsivo, guiándose de sus corazonadas y su olfato. No soporta estar sentado, necesita caminar continuamente. Y dibujar. O mirar paisajes uniformes y brumosos. De ese modo es como mejor resuelve las incógnitas que la vida le ofrece. No es de dar explicaciones, le cuesta la vida. Con un físico bastante corriente (es bajo de estatura, moreno y pequeño), tiene un cierto atractivo, a pesar de que su rostro no sea un alarde de belleza: a unos pómulos sobresalientes, habría que añadirle unas mejillas hundidas, la boca torcida y una nariz aguileña a lo que no ayuda nada esa mirada inconsistente que posee y su sonrisa vaga.

- Comandante Adrien Danglard: Trabaja con Adamsberg desde hace años y es lo más antagónico a él que puede existir, tanto en lo físico como en lo personal. También son amigos, aunque últimamente, precisamente son sus diferencias las que los separan y eso está afectando al grupo. En la comisaría le llaman «el hombre libro», porque es capaz de memorizar todo aquello que lee una sola vez y leer a una velocidad pasmosa. Es metódico, le gusta citar a sus autores de cabecera, y es perfecto en cuanto a forma y estilo a la hora de  redactar informes, que sus superiores consideran excepcionales. Posee una educación exquisita y es elegante, aunque no simpático. Dada su erudición, será quien se ocupe de dar al resto de compañeros toda la información indispensable sobre las mujeres reclusas en la Edad Media. Físicamente no es ni guapo ni atractivo; es corpulento, aunque no está fuerte ni fibroso. Bebe bastante, tanto vino como cerveza, aunque esto no afecta a su faceta intelectual. Está divorciado y se ocupa él solo de cuidar de sus dos parejas de gemelos y de otro hijo de su mujer, que le dejó antes de abandonarle.

- El resto de la brigada, que aunque en principio son veintisiete hombres, no todos trabajarán en este caso. Os presento a los que intervienen en este caso en concreto: el comandante Mordent, que junto con Danglard, es uno de los pesos pesados de la brigada, dada su graduación; la teniente Violette Retancourt, la diosa polivalente de la brigada y ojito derecho del comisario, a la aprecia mucho siendo este un sentimiento mutuo, al que habría que añadir el de la lealtad por encima de cualquier duda razonable. Es muy corpulenta, y aunque no podría decirse que es guapa exactamente, tiene una nariz recta y estrecha, unos labios perfectos y los ojos de un azul intenso. Es decidida e inteligente; el teniente Mercadet, un hipersomniaco que necesita dormir cada tres horas, lo que no quita para que a la vez sea un brillante informático, aunque a años luz de la teniente Hélène Froissy, una investigadora nata que se verá involucrada en un episodio de violación, el teniente Voisenet, amante de la zoología, que aunque buen policía, tiene una vocación frustrada: la de ictiólogo. Es un hombre menudo, de piernas cortas, tez rubicunda y melena negra y el primero en descubrir el caso de las reclusas; o el arrogante y curtido teniente Noêl Kernorkian; o el disléxico cabo Estalère, el de los grandes ojos verdes, que se podría decir que adora al comisario, entre otras cosas porque le permite hacer aquello para lo que más vale: surtir de café al resto de la plantilla, haciendo de ello un auténtico ritual porque le sirve a cada uno el café exactamente como lo desea y cuando lo desea y el teniente Louis Veyrenc, paisano del comisario, un hombre tranquilo y amable, con una más que apreciable agilidad mental. Tiene una característica física que le hace único: catorce mechas en el cabello, castaño oscuro, de un color rojo muy vivo e intenso, que le salieron como consecuencia de unos navajazos en la cabeza que le propinó una pandilla de chiquillos cuando tan solo era un niño. Y luego estaría el gato, "la bola", que en esta ocasión está más mohíno de lo habitual, durmiendo encima de la fotocopiadora, que ya no pueden utilizar para no invadir su territorio, aunque mantienen encendida para que mantenga el calor.

Hechas las presentaciones de rigor, os diré que rara es la novela de Fred Vargas en la que no te encuentras con un asesinato en las primeras páginas. Obvio, me diréis, es lo habitual en una novela policíaca y más cuando el protagonismo lo encontramos en una Brigada Criminal y más en particular en la sección de Homicidios; sin embargo, en las novelas de la francesa se da esta particularidad, normalmente, a modo de aperitivo. Me explico: Cuando sale la reclusa comienza un sábado 28 de mayo con el doble atropello de una mujer de treinta y siete años, Laure Carvin, por un 4 x 4, cuando cruzaba una calle próxima a su domicilio al volver del trabajo. El resultado fue aplastamiento de cuello y piernas con muerte en el acto. El vehículo pertenecía a su marido, un rico abogado, que tenía coartada para esa hora y todas las sospechas recaen en su amante, Nassim Bouzid, un mecánico de máquinas distribuidora de bebidas, casado, y conocedor en principio de las costumbres del marido. 

Cuando estos hechos acaecen, el comisario Adamsberg se encuentra de vacaciones en la isla de Grímsey, en Islandia. Ante la petición del comandante Danglard adelanta su regreso, con bastantes reticencias, para hacerse cargo de la investigación, que se encuentra en punto muerto. A su vuelta, después de una reunión con el equipo, le ponen en antecedentes y haciendo caso de su intuición y tras unas comprobaciones, se resuelve el caso.

Y mientras Adamsberg discute con Voisenet en su despacho por un asunto menor, algo llama la atención del comisario. En el ordenador del teniente descubre la foto de una araña pequeña y parda, sin nada que llame la atención en su aspecto, aparentemente. Más tarde entra en un foro donde se comenta que han habido varias víctimas mortales por este tipo de araña, denominada "reclusa" y decide investigar.


Comienza entonces, junto con Louis Veyrenc aunque después se irán sumando los policías antes citados, una investigación fascinante, que les llevará a investigar las muertes de estas víctimas, todas de la comarca de Languedoc-Rosellón por veneno de reclusa Loxosceles Rufescens: 

- Albert Barral: Natural de Nimes, fallecido el 12 de mayo. 84 años de edad, agente de seguros, divorciado y con dos hijos. Se presentó en el hospital al día siguiente de la mordedura de la araña, con principio de necrosis, que se amplíó a lo largo de la noche y le afectó al riñón, a pesar de los fuertes antibióticos que le suministraron, así como el antídoto correspondiente, pero el loxoscelismo fue fulminante y murió.

- Fernand Claveyrolle: Natural de Nimes, fallecido el 20 de mayo. 84 años, profesor de dibujo, casado dos veces, divorciado sin hijos. 

- Claude Landrieu: Natural de Nimes, fallecido el 2 de junio. 83 años, chocolatero, casado tres veces y con cinco hijos. Cuando tenía 57 años, en 1988, fue interrogado en calidad de testigo espontáneo sobre la violación de una adolescente, Justine Pauvel, con cuya familia tenía una estrecha relación, cometida cuando la chica tenía dieciséis años, por tres hombres a la vez.

- Jeanne Beaujeu: mordida el 8 de mayo, solo tiene una llaga en proceso de cicatrización. 45 años.

- Léo: gruista, mordido el 26 de mayo, solo le salieron unas pústulas que ya se han curado. 80 años.  

Las pesquisas le llevarán a recabar información del doctor Pujol, un aracnólogo; es decir, un especialista en arañas y en particular de las Salticidae, que trabaja en el Museo de Ciencias Naturales. Se trata de un hombre grueso y barbudo, calvo y de expresión severa, que en el trato es engreído y grosero, pero eficaz a la hora de admitir que el veneno de la reclusa solo es letal en cantidades industriales, algo imposible de conseguir por el modo en que se desarrolla este animal. La visita al doctor le permite conocer, a su vez, a Irène Royer-Ramier, una anciana simpática e inteligente, que se ha desplazado también al museo por otro asunto, aunque alertada por el mismo caso, dado que está causando alteraciones en su localidad. Irène es bajita, artrítica y rechoncha, de rostro redondo y de aspecto bondadoso. A sus setenta años viste de manera descuidada y tiene un afinado sentido del humor. Es una apasionada de las arañas y convive con ellas porque las encuentra inofensivas, más cuando se trata de las reclusas europeas. Tiene su domicilio en Cadeirac, una localidad cercana a Nimes y comparte vivienda con Louise, otra anciana, que siente pavor por los arácnidos y padece una especie de agorabofia. 

Gracias a su relación con Irène, que anteriormente había vivido en Nimes, el comisario descubrirá que las dos primeras víctimas eran amigos y eso le llevará a tirar del hilo sobre sus antecedentes, resultando que los dos pasaron su infancia en La Miséricorde, un orfanato cercano a Nimes en el que uno de ellos, Fernand Claveyrolle, era el cabecilla de una banda bautizada con un singular nombre: la pandilla de las reclusas, a la que Albert Barral también pertenecía.

"Quien ha vivido por la reclusa, perecerá por la reclusa".

Y como es imposible dar con el antiguo director de La Miséricorde, porque murió hace años, el comisario habla con Roland Cauvert, psiquiatra infantojuvenil de profesión e hijo único del anterior. Se trata de un hombre muy singular, lleno de traumas infantiles porque que se sentía invisible para su padre, más ocupado por los otros niños. Se crió prácticamente con ellos, ya que iba a las mismas clases, acudía al mismo comedor, a todas las fiestas y participaba en las mismas peleas que los internos. En la actualidad vive en Mas-de-Pessac, a diecisiete kilómetros al norte de Nimes. Condenado al ostracismo, a sus 79 años, es soltero, poco sociable, iracundo y algo histérico. Pese a todo, le facilita un amplio dossier sobre La Pandilla de las Reclusas, con fotografías de sus víctimas. El primero de los horrores a los que vamos a asistir, porque más tarde pasarían a llamarse La Banda de los Violadores y que siguieron cometiendo felonías una vez abandonados los muros de la Misericordia, como adultos. Esto dió lugar a que surgiera, por afinidad, la Banda de los Mordidos.

Pero todo esto solo es el origen que Adamberg y sus hombres investigarán, lo mejor, o lo peor, depende como se mire, está por llegar, porque Cuando sale la reclusa es, sin lugar a dudas, la novela más valiente de todas las que Fred Vargas ha publicado hasta la fecha y donde se funden aquellos temas que más apasionan a la autora: desde la arqueología a la literatura; desde la historia y en particular la Edad Media al medio ambiente, sin obviar el mundo animal y la psicología.

También seremos consciente de todas las monstruosidades posibles, ya que ante nuestras retinas desfilarán las descripciones más crueles: desde las funestas mordeduras de reclusas a unos niños cuyo único pecado era que otros quisieran divertirse a costa de ellos, con fatales consecuencias, a las violaciones sistemáticas tanto de un padre a sus hijas, durante años, como lo que además hacía con la más pequeña de ellas, cuando, además, era demasiado pequeña. Y no serán las únicas.




Cada novela de Fred Vargas es algo más que un paso adelante, porque cada vez son más intensas y complejas. Si ya me maravilló Tiempos de hielo (por remitirme simplemente a la última), por el modo en que supo aunar un pacto de silencio entre los integrantes de una expedición al Círculo Polar Ártico con un club parisino de partidarios de la figura de Robespierre, en esta ocasión ha rizado el rizo, al ofrecernos un triple salto mortal con tirabuzón y doble pirueta. Triple, porque un mismo caso derivará en tres versiones de distintas bandas: la banda de las reclusas, la de los violadores y la de los mordidos. El tirabuzón vendría de la mano de la reclusa, una imponente tejedora, capaz de aglutinar toda la venganza del mundo y dosificarla a su conveniencia. La doble pirueta la encontramos en el comisario Adamsberg, que tiene que lidiar a la vez con una delicada investigación que le irá llevando, como pollo sin cabeza, de un lado a otro, buscando nuevas pistas cuando parecen agotadas las evidencias, como Dédalo en su laberinto y con un equipo que se está resquebrajando a marchas forzadas, instigado por la persona en la que más confía. Así que ya lo sabéis, el cóctel está servicio y os aseguro que es delicioso.




15 comentarios:

  1. Válgame el cielo de esta autora aún no he leído nada, y me vienes a poner los dientes tan largos que he rayado el terrazo, habrá que hacerle un hueco y si dices que se puede leer aunque no hayas leído las anteriores me tendré que hacer con esta, aunque me conozco y después querré tirar del hilo hacía atrás.

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  2. Uy, uy uy. Acabo de picar. Me la apunto para Semana Santa. Buenísima reseña. Bss.

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  3. Pedazo de reseña. Como dice Carmina, me ponéis los dientes muy largos. Que conste que mi ruina vendrá por culpa de unas cuantas que yo me sé. Como me gusta empezar las cosas por el principio ya tengo el primer caso en la cesta de la compra. A ver cuando cae. Besos!!

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  4. Cuando escribió «Tiempos de hielo», pensé que sería muy difícil superarlo. Es un libro fabuloso. Sin embargo, lo ha hecho. «Cuando sale la reclusa» es un polar totalmente diferente y una vez terminado tengo que decir que ya nadie puede dudar de que es la reina francesa (en lo suyo). Si es que algún atrevido no estaba aún convencido... Buena reseña y te has quedado cortísima: yo y mi entusiasmo por la buena literatura. No se puede quedar sin leer, este o cualquiera de la autora.

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  5. De esta autora sólo he leído El ejército furioso, que me gustó mucho. Pero luego, a ver que son tantos libros, me entra la pereza... Pero ya veo que voy a tener que vencerla, que merece mucho la pena. Gran reseña! Cómo se nota que lo has disfrutado!
    Besotes!!!

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  6. tengo varias novela de la autora en el ebook, pero aun no les ha llegado su turno de lectura, pero después de leer tu reseña creo que voy a saltar el orden poniéndolas para esta semana santa o como muy tarde para mayo que tengo programado un viaje y, en estos casos, por la noche me cunde mucho leer. Esta novela es muy reciente, así que miraré pues no me suena que la tenga y si no es así me la compro ya mismo pues me conozco y estoy segura de que cuando empiece a leer las que tengo no voy a parar. Besos

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  7. Me alegro que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar que no me termina de convencer.

    Saludos

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  8. Pilar Santamaría Sánchez20 de marzo de 2018, 0:51

    Me he quedado alucinada y prendada de esta señora reseña. Gracias a ella me he animado a leer algo de esta autora, ya tengo otra lectura mas para estas vacaciones. Un fuerte abrazo

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  9. Vaya pedazo de reseña. Como para no querer leer el libro !! Pero yo con esta autora tengo mis más y mis menos. Aunque si tengo oportunidad no lo dejaré escapar.
    Besos

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  10. He leído varias novelas de esta autora y ahora después de leerte me apetece un montón leer esta y si encima me dices que no hace falta haber leído las anteriores de esta serie (aunque si he leído alguno), pues mejor que mejor.
    Apuntada queda.
    Besos

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  11. Hola preciosa!
    No he leído nada de esta autora la verdad es que no la conocía pero viendo lo que te gusta me llevo apuntada la serie del Comisario Adamsberg pues aunque ahora mismo tengo un poco aparcado este género me gusta mucho.

    −Fantasy Violet−
    Besotes! ♥ 

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  12. Aun tengo que estrenarme con esta autora, de la que he oído hablar y he leído reseñas en las que la dejan en muy buen lugar. Una reseña que invita a leer esta novela. Gracias

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  13. Fantástica, Kayena. Compartimos el gusto por esta buena novela. La he disfrutado hasta la última página.
    Un abrazo.

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  14. La autora me encanta, pero me faltan tres toda ia para llegar a este... Besinos.

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  15. Tengo pendiente leer algo suyo desde hace mil, a ver si me pongo al lío =)

    Besotes

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